jueves, 8 de noviembre de 2012

Bolívar y Manuela.



Ortuzco, mediados de abril de 1824.
(A la Sra. Manuela Saenz)

Mi amor: Estoy muy triste a pesar de hallarme entre lo que más me agrada, entre los soldados y la guerra, porque sólo tu memoria ocupa mi alma, pues sólo tú eres digna de ocupar mi atención particular.

Me dices que no te gustan ms cartas porque escribo con unas letrazas tan grandotas (1) ahora verás que chiquitico te escribo para complacerte (2). No ves cuántas locuras me haces cometer por darte gusto ( etc, etc.).


                                                                                           BOLIVAR
 

Nota: La destinataria, señora Manuela Saenz de Thorne, quiteña ( 1797-1856)había conocido al Libertador en Quito en 1822.

Este fragmento de carta del Libertador aparece escrito de letra del que fue su Edecán y fiel amigo Belford Hinton Wilson. Lleva el encabezamiento siguiente:
Anécdota: En una carta que escribió el Libertador desde Oruzco cuando salimos a la ampaña del Peru...le dice al principio...

A esto sigue el texto de la carta...

(1) Aquí Wilson escribió entre paréntesis: ocupando una llana con letras muy grandes para expresar este concepto.

(2) Aquí puso Wilson, tambien entre parentesis: escibiendo con una letra diminuta...



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Ica, 20 de abril de 1825

(A Manuela Saenz)

Mi bella y buena Manuela: Cada momento estoy pensando en ti y en el destino que te ha tocado. Yo veo que nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y del amor.

Lo veo bien, y gimo de tan horrible situacion por ti; porque te debes reconciliar con quien no amabas; y yo porque debo separarme de quien idolatro !!!

Sí, te idolatro hoy más que nunca jamás. Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma y de tu corazón divino, de ese corazón sin modelo.

Cuando tú eras mía yo te amaba más por tu genio encantador que por tus atractivos deliciosos. Pero ahora ya me parece que una eternidad nos separa porque mi propia determinaciónme ha puesto en el tormento de arrancarme de tu amor, y tu corazón justo nos separa de nosotros mismos, puesto que nos arrancamos el alma que nos daba existencia, dándonos el placer de vivir.

En lo futuro tú estarás sola aunque al lado de tu marido.
Yo estaré solo en medio del mundo.
Sólo la gloria de habernos vencido será nuestro consuelo.
El deber nos dice que ya no somos más culpables!! No, no lo seremos más.